Cacereño, bahía de La Concha

Libros

ketari

Atraviesan la bahía, está tan oscura que impresiona, sólo adivina el panorama cada once segundos que el faro de Igueldo barre a su alrededor. Pasan junto a la Isla, su cara al mar abierto está lisa como la pared de un frontón por el continuo golpeteo de las olas, no es raro que salte la espuma hasta la cima. De pronto desaparece todo en la noche, oye el rumor del agua contra el casco, pero no ve nada. La humedad y el viento le entumecen.

...

Enfilan la entrada de la bahía, un paisaje que muchos donostiarras no han visto desde tan lejos. La gente se prepara para desembarcar y descargar la pesca.

 

Pag.: 208

cacereño faro de igeldo isla de santa clara la concha