El vestido se lo había confeccionado su madre con tela blanca comprada en una tienda del Bulevar llamada Sederías de Oriente, adonde la acompañé. Se lo hizo holgado para tapar (con poco éxito, la verdad sea dicha) la hinchazón del vientre, y le puso unas puntillas la mar de aparentes en el borde del escote y en las mangas. Es posible que mi madre guarde alguna foto; si tiene usted interés, se lo preguntaré.